En muchos casos, el problema de la iglesia no es la falta de oración, sino los conceptos que la dirigen. Arthur Pink responde a esta necesidad ofreciéndonos principios sólidos para orientar nuestra comunión con Dios. El mérito del presente libro consiste en que es una exposición directa de algunas oraciones que encontramos en el Nuevo Testamento. De esta forma, el autor nos muestra que la base de nuestra aceptación en la presencia de Dios se halla en los méritos de Cristo, por los cuales podemos orar con plena confianza de encontrar acogida, consuelo y poder. Pero esto no es todo, Pink demuestra que la gracia copiosa de Dios produce frutos abundantes. Existe, por tanto, una íntima conexión entre la oración genuina y la santificación, porque la oración produce celo por la gloria de Dios. En lugar de ser una excusa para evadir nuestras obligaciones, la oración es fuente de poder para responder a nuestros deberes cotidianos con responsabilidad.